Ojo por ojo, diente por cuento

Hace poco leí una frase del escritor Gustavo Martín Garzo que decía: «En los cuentos tiene que haber tristeza porque en la vida hay tristeza».

Tener un hada que ayude a crecer a tu hijo, no es deseable. Me he despedido en el primer contacto con algunas familias diciendo «Encantada», he dejado de decirlo al darme cuenta de que no son capaces de corresponder esta usual expresión porque en ese momento ellos desearían no haberme conocido.

Llevaba un año trabajando con Manuel cuando Olga me dedicó en su blog el 8 de marzo, día de la mujer. Con motivo del día de la concienciación sobre el autismo, surge en abril el proyecto audiovisual «A canción de Manuel». En mayo de ese mismo año 2012, Olga me envió el primer texto de Hada Esther, estaba tan bloqueada que tardé días en leerlo. Su agradecimiento era precioso y tan emocionante que nos motivó a seguir trabajando en él e inspiró a nuestra ilustradora, Luz Beloso. Prácticamente a partir de ese momento empezó lo que luego sería Alto, alto como una montaña.

Con Hada Esther quisimos hacer de nuestra historia, un cuento para edulcorar la realidad a través de las palabras, algo así como cocinar algo dulce con elementos agrios. Convencidos de que las palabras crean realidades, esta es nuestra particular venganza a una situación dura como es convivir con el autismo en la familia : Ojo por ojo, diente por cuento.

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