Comunicarse, interesarse, interactuar

El autismo no es una enfermedad, sino un trastorno del desarrollo. Y no es igual para todos, sino diferente en cada niño. Cuando hablamos de autismo estamos empleando términos iguales para hablar de personas muy diferentes. Los que desde su nacimiento pertenecen al espectro autista presentan tres áreas afectadas: 1) la comunicación y el lenguaje, 2) la interacción social y 3) los intereses restringidos. Los expertos le llaman triada, y a todos les cuesta determinar cuál de las tres limitaciones es más invalidante.75916_10202830177704858_2035389721_n

En cuanto a comunicación, no siempre es una ausencia sino una alteración. Tienen la voluntad de comunicarse, lo que pasa es que muchas veces no saben cómo hacerlo. Son pensadores visuales y reaccionan de manera positiva al aprendizaje a través de imágenes, de ahí que los pictogramas sean tan importantes.

Por otro lado, tienen alterada la capacidad imaginativa, por eso todos se caracterizan por un repertorio de intereses restringidos. La resistencia al cambio y la inflexibilidad en el pensamiento son consecuencia de esta alteración, y es de aquí de donde vienen las conductas repetitivas y estereotipadas como los balanceos, los aleteos, las carreras sin sentido y el apego excesivo a ciertos objetos. Berta Meijide, profesora del Centro de Educación Especial Menela, nos explica que esta limitación relacionada con los intereses es la que menos se ve. Para ella la más invalidante es la relacionada con la socialización. Va desde el aislamiento hasta conductas de interacción muy activas que fracasan debido a la falta de empatía. Berta explica que cuando hay problemas de comunicación, como le ocurre a un niño sordo, se pueden utilizar métodos alternativos. Pero sabiendo que tiene oído, que tiene habla… el hecho de que no sepa relacionarse, hacer amigos, o entender al otro es realmente lo que más llama la atención de una persona con autismo. Ana Rodríguez, profesora del mismo centro, coincide con ella en que lo que más invalida son los problemas en la relación social porque es después de eso cuando viene todo lo demás. Me cuenta que muchos muestran falta de interés por la persona y que si no necesitan comunicarse con el otro a veces es porque realmente no entienden qué es el otro.

A Esther Medraño, terapeuta emprendedora del proyecto Vínculo Centro de Atención Temprana, le parece que todas influyen las unas en las otras y que a veces es imposible delimitar donde acaba una y empieza la siguiente. “A la hora de comunicar, si sólo comunicas sobre tus intereses te está limitando, empiezas una rueda infinita que no sabes dónde empieza y dónde acaba”. Una de las causas de la disfunción social podría ser la deficiencia en las funciones ejecutivas. Funciones ejecutivas son aquellas capacidades individuales que permiten a la persona resolver un problema para alcanzar un objetivo. En el caso de los niños y chicos con autismo se cree que la alteración básica radica en la capacidad de planificación.

Angel Riviére empezaba su decálogo con un “Dame orden, estructura y no caos”  para remarcar la importancia de la anticipación, que para Berta Meijide es básica: “No son capaces de entender simbologías como el significado de  la palabra fruta. La fruta no se puede tocar. Se puede tocar el plátano, la manzana…” Se utilizan paneles de comunicación (donde hay pictogramas que pueden escoger cuando desean algo), y paneles de anticipación (donde están sus agendas con sus horarios y las actividades que realizarán). Se busca que los niños pidan lo que quieren señalando. “Ellos saben muchas cosas, lo que pasa es que las tienen que ver. No cuesta nada, es un apoyo visual. Ojalá no tuvieran que hacer la agenda y supieran más o menos las cosas que tienen que hacer. Pero muchos de nuestros alumnos que saben lo que tienen que hacer te dicen: ¿me lo dibujas? porque el lenguaje es tan simbólico que no lo pueden entender, no entra por el canal visual. El pictograma sí, facilitan la comprensión  y además permiten que  lo puedan ver tantas veces como deseen”.Apoyos visuales