Es increíble hasta que punto podíamos estar despistados con Manuel viendo ahora como crecen sus hermanos.
Desde la primera sospecha de TEA nos preguntaron constantemente si Manuel compartía, si señalaba, después nos explicaban que compartir se refería a la atención compartida como un hito del desarrollo muy importante, ya que era el fundamento para la comunicación.
En más de una ocasión nos engañábamos (sin querer claro) diciendo que sí, que el niño compartía, que nos miraba cuando algo le gustaba, que señalaba… muchas de nuestras impresiones no eran correctas. Teníamos nuestras dudas al responder, a veces mi marido respondía una cosa y yo la contraria. Nos mirábamos para confirmar lo que íbamos a decir, en definitiva, no teníamos claro si Manuel se comunicaba.
Cuando nace un bebé se establece un vínculo con sus padres que va creciendo con los meses y no hay lugar a dudas si todo va bien. En el caso del autismo de nuestro hijo, parecía que en algunas cosas las reacciones y el crecimiento eran “normales” pero había muchas otras que no lo eran.
La atención compartida es que tu hijo te busca con la mirada, que sonríe hacia ti cuando algo le gusta, que tiene sentido lo que está viendo porque lo hace contigo. Es la comunicación, aún no hay lenguaje pero sí hay otros elementos que lo sustituyen: la mirada, las expresiones de la cara, señalar con el dedo, en definitiva, sentir que tu hijo está contigo.