Las madres, las abuelas, las terapeutas, las profesoras.
Todas ellas tejiendo hilos invisibles para construir el futuro de los niños con autismo. Hoy hemos querido dedicarle esta entrada en nuestro blog.
I Madres
Algunas veces nos secamos las lágrimas con las manos cansadas.
Muy temprano nos borramos las ojeras.
Nos preparamos.
Como ayer
Como hoy
como mañana.
Sabemos a donde vamos.
Lejos.
Cogemos las fuerzas de sus risas
de las sílabas descolocadas y de las palabras sueltas
que algún día,
a lo mejor, quién sabe
serán frases.
Con nuestras manos empujando una silla de ruedas,
o con nuestros labios repitiendo ecolalias,
construímos a cada segundo el camino
que nos llevará
Lejos.

Imagen: Esther Medraño
II Mi madre
Con tus manos pequeñas
Nos sostienes a los dos.
Cuando acaricias su frente
recompones mi corazón.
Das pasos pequeños
muchos pasos
entre él y yo.
Con una constelación de palabras, gestos, cuidados y besos
haces más habitable nuestra galaxia.
III Ella
Sabe hacerlo bailar
Sabe hacer que me mire
Me coge de la mano
Está a mi lado
Me enseña
Me lleva por un camino desconocido para mi,
muy transitado para ella
Nos miramos las lágrimas de vez en cuando.
Me deja libros de niñas
que se quitan abrigos muy pesados…
y vuelan.
Comprende mi dolor profundo
con su silencio
y después me saca de él con una sonrisa.
No me esconde las cosas feas
y me dice muchas veces las bonitas.
Tiene el pelo largo.
Y la mirada.
Sabe hacerlo bailar,
Sabe hacer que me mire.
Es el puente que no encontraba.

Imagen: Seso Durán
IV Niño
Sigues con pasión las líneas de los cables de la luz.
Te balanceas una y otra vez en el columpio, sin parar
Una y otra vez
Una y otra vez
Y cuando te bajas al suelo
Te persigo con la mirada.
Mis ojos siguen el rastro de los tuyos para ver a donde van,
Y llegan
A las ruedas de un autobús
(que giran tan bien!
Y descubro que por eso no te gustan las flores, porque no giran!)
Y llegan
A la estela de un avión (tan recta allá en lo alto!)
al brillo en el pomo de las puertas
al círculo azul que hay en este bote de colirio
Y acaban en mi
Entonces me encuentro tus ojos marrones en calma
Porque ya han recorrido
el mapa de tu vida por hoy.
Eres el niño de un cuento
El que juega por las tardes con un hada.

Imagen: Esther Medraño
V Yo
Yo… yo quiero estar siempre contigo.
Textos: Olga Lalín
Reblogueó esto en olga.la.
Reblogueó esto en La Habitación de Lucía. Érase una vez … así empieza el cuento de Lucía,una niña con autismo a la que prometieron ser feliz. Escrito desde el corazón..
-Suspiro_ Como siempre logras con cada línea de tus escritos, llevarme a imaginar, a sentir, a imaginarme a Manuel… que bello, tienes un don hermoso, gracias, gracias por querernos hacer tomar consciencia como madres y maestros.
Muchas gracias Claudia! 🙂
Reblogueó esto en LULOVA.
😉
Para escribir poesía y «decir», hay que traer tanto adentro. Tú lo exhibes, transformandolo.
Muchísimas gracias Tere, un abrazo!
Pingback: Objetivo: visibilizando el autismo | alto alto como una montaña
Apreciada Tere, Soy Ángela Couret, de Fundación Paso a Paso (http://www.pasoapaso.com.ve). Una organización venezolana dedicada a la discapacidad desde hace muchos años. Me gustaría mucho conocer si me permites publicar este post en nuestra página? Citaremos las fuentes y vincularemos con tu Blog. Por favor avísame si te parece y mis felicitaciones por comunicar con tanta sensibilidad. Angela
Hola Angela, muchas gracias por tu comentario. Las autoras de la publicación somos Esther Medraño y Olga Lalín. Puedes publicarlo tal y como nos cuentas, y cuando lo hagas nos hicieses llegar el enlace para difundirlo en nuestra página de facebook. ¿Qué te parece? Muchas gracias!