11 de junio de 2013
8:30 de la mañana
Voy a la habitación de Manuel a despertarlo.
Mamá: «Buenos días! Hay que levantarse para ir al cole!»
Manuel: «… treinta y uno, treinta y dos, treinta y tres…»
Mamá: «… treinta y cuatro, treinta y cinco, treinta y seis…»
Manuel: «equis, y griega…»
Mamá: «zeta….»
Manuel sonríe y me dice ahora «a taparse»
Al leerlo iba imaginando la escena, realmente nos perdemos de tanta maravilla con nuestros hijos, por el afán del día, por correr al trabajo…por el afán, por el afán, a que sean como los demás.
Toc toc, soy yo Olga…agradeciendo a la vida por encontrar tu blog, leer, aprender tanto de cada palabra escrita, realmente los ángeles aparecen hasta en la red.
Saludos a Manuel desde Colombia
Muchas gracias Claudia, un abrazo muy fuerte para ti y para tu niño!