Nada tan sencillo como prestarle atención a las observaciones que hacen nuestros pequeños cuando están juntos. No podría contextualizar la frase, el caso es que mi sobrina Lucía de cinco años le dijo a Manuel: «como yo hay muchos, como tú hay poquitos» Por suerte pude escucharla y sentir que me estaba dando una lección. En esa frase y con toda la sencillez está expresada una buenísima definición de persona neurotípica y persona con autismo. Una definición sin prejuicios, dobleces o mala uva que también la hay.
Sabemos que el lenguaje es un arma muy poderosa y que las palabras son clave para la normalización de colectivos en minoría. En el caso de las personas con diversidad funcional no iba a ser menos. Autismo y autista se usan en muchas ocasiones como insultos o para referirse despectivamente a alguien. Neurotípico y neurodiversidad son dos términos difíciles para la vida diaria, se habla de niño normal o con discapacidad como opuestos. A veces basta con quitarse uno por uno el abrigo de la ignorancia, del atrevimiento y de la falta de respeto, no es tan difícil pero exige por nuestra parte un esfuerzo grande para concienciar y darle a nuestros familiares con autismo la dignidad que se merecen.