Manuel tiene la habilidad de detectar líneas en cualquier lugar, lo que puede parecer una conducta sin sentido es en realidad un superpoder que utiliza para poner el mundo a sus pies.
Busca líneas en el borde de la acera, en las juntas de las baldosas, en los marcos de las ventanas y en sus admirados números y letras, que encuentre donde los encuentre, mantienen sus idénticas y armoniosas líneas.
Manuel se ha convertido en todo un experto y es que caza líneas al vuelo desde el columpio y atrapa líneas en marcha, desde la ventanilla del coche. Pasea su mirada por las líneas más de cien veces, para que nunca se le olvide donde están.
Tanto se ha especializado que él mismo ha decidido ponerse una capa de superhéroe y así crear su propia línea de tela. Corretea victorioso, porque sabe que encontrará la línea sólo con volver la vista atrás.
En palabras de Miguel Gallardo “Es una pequeña historia para que todos nos sintamos orgullosos de nuestros hijos por pequeña o aparentemente inútil que sea su habilidad a ojos de la sociedad, nosotros sabemos la importancia que tienen. Después de mucho tiempo de hablar sólo de discapacidades, minusvalías y deficiencias psíquicas o físicas, mi intención era hablarles a los padres de habilidades, de las habilidades de nuestros hijos y de cómo suplen sus problemas con imaginación e inteligencia, no siempre bien comprendidas”.
Me encanta esta entrada! Y tanto que son especialistas en muchas cosas…sobretodo en una…en robarnos el corazon!! Un abrazo!
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Como sempre, Esther Medraño achéganos o autismo con sensibilidade.
Mateo también tiene ese súperpoder (¡entre otros!), con especial interés en los puntos de fuga y la perspectiva 🙂 Donde tú ves chopos, él ve todo un mundo de estructuras. Es bueno dejarse llevar y descubrirlas con él. Un abrazo.
Tienes toda la razón, hay que dejarse llevar y aprender a mirar el mundo con sus ojos. Un abrazo fuerte 🙂 y un beso para tu especialista. Gracias por tu comentario.
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